Los tres principios del bienestar

18.08.2022

Los tres principios del bienestar en masajes y sesiones: acogida, escucha, amor

Estos son los tres principios que caracterizan mi camino hacia tu bienestar.


Un camino que pasa desde tu cuerpo, tu mente y tu centro emocional (Masaje CEC, conciencia emocional corporal) hasta la aceptación y el desapego que conducen a una gran calma interior.


En este estado entran en juego tus principios naturales de autocuración y trabajan para llevarte al equilibrio, hacia la armonía de los opuestos, un estado de bienestar total.

Acoger, escuchar, amar: veamos juntos a qué me refiero


cómo se emplean estos principios en masajes y encuentros de bienestar

ACOGER


Una palabra importante porque se aplica en un sentido ambivalente a cualquier tipo de relación. Lo que no es acogido o aceptado deja en nosotros un "agujero", una desarmonía que nos marca emocionalmente de manera profunda e inconsciente y puede minar nuestra forma de mirar, escuchar, hablar y actuar.


La verdadera acogida es escuchar activamente sin juzgar, un espejo vacío donde siempre puedes mirar y trabajar juntos para mejorar tu perspectiva.


ESCUCHAR


Sin escuchar no hay relación y sin relación no es posible establecer una relación de colaboración. Cuando necesitamos ayuda para evolucionar, para sanar, para relajarnos, para desahogarnos, para derramar los frijoles, para encontrar refrigerio, para recibir comprensión y muchas otras cosas, escuchar se convierte en la máxima prioridad.


Por eso, antes de cada sesión, escucho activamente y dedico al menos 10 minutos a lo que el cliente me quiere comunicar.


La escucha continúa a lo largo de la sesión ya que todo mi ser, especialmente a través de mis manos, recibe continuas comunicaciones no verbales del cliente que se transforman en acciones como si de un diálogo de silencio se tratara.


AMAR


Al final de la entrevista siempre pregunto "¿Qué esperas de esta sesión?" para entrar en la vibración deseada por el cliente.


El ingrediente principal con el que se puede lograr esta armonía es el amor incondicional: estar en un estado de conciencia, relajación y concentración de tal manera que mis manos intuitivamente saben lo que quiere la persona que recibe la sesión.


Creo que este es el ingrediente más importante de cualquier tratamiento, masaje o sesión de bienestar, por encima de cualquier técnica.


El amor es también la pasión que ponemos en hacer algo para nosotros mismos y para los demás.


No es fácil explicar con palabras lo que está pasando, es necesario experimentarlo.